El programa de educación financiera “Moni da mi fren”, desarrollado por Banca de las Oportunidades y la Fundación Alemana Sparkassenstiftung, se consolidó como una intervención transformadora en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, al fortalecer las competencias financieras de microempresarios, familias y comunidades raizales mediante un proceso de escucha activa, diseño participativo y adaptación cultural en creole, inglés y español.
El resultado fue un kit de materiales pedagógicos análogos y digitales —manual de facilitación, hojas de trabajo, presentaciones, infografías, parrillas de contenido y un canal de acompañamiento permanente— que potenció la apropiación local y permitió que una red de 47 facilitadores (26 de ellos certificados) capacitara a 502 personas, instalando capacidades de largo plazo.
Esta experiencia demostró que la educación financiera construida desde y con el territorio genera impactos reales en hábitos de gasto, toma de decisiones, inclusión y formalización económica, especialmente entre mujeres en condición de vulnerabilidad, y reafirma el compromiso institucional con el bienestar y la resiliencia de las comunidades insulares.








