- La segunda medición del índice de bienestar financiero de los colombianos revela mejoras sustanciales en el indicador, en comparación a la de hace dos años.
- Las personas de mayor edad, quienes viven en la región Caribe y aquellos que solo tienen educación primaria, son los que alcanzan menores niveles de bienestar financiero.
- Los consumidores financieros que cuentan con al menos un producto de depósito, crédito o monedero digital logran mayores niveles de bienestar financiero, en comparación a aquellos que no lo tienen.
Bogotá D.C.; 16 de agosto de 2022 (@BOportunidades) – Banca de las Oportunidades reveló los últimos resultados del índice de Bienestar Financiero, calculados a partir de los datos de la Encuesta de Demanda de Inclusión Financiera 2022. Este indicador refleja el nivel de satisfacción de los adultos respecto a sus obligaciones económicas, el control de sus finanzas y su capacidad para tomar decisiones en torno al dinero.
El sondeo, aplicado por el Centro Nacional de Consultoría -CNC-, recopiló información de 5.513 personas mayores de 18 años de todas las regiones, sobre 10 afirmaciones asociadas a su situación financiera.
Para este año, el país obtuvo un resultado de 51,6 puntos, evidenciando una mejora versus 2020, año en el que el resultado fue 49,8. Este indicador se mide en una escala en la que 14 es el nivel más bajo y 95 el más alto, según la metodología diseñada por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos y que fue replicada para esta medición.
“Aunque persisten retos para mejorar los niveles de bienestar financiero de los colombianos que viven en zonas rurales y los mayores de 65 años, los datos ratifican que el país sigue por la senda de la recuperación económica iniciada en 2021. Seguir con estas mediciones fortalecerá el desarrollo de la política de inclusión financiera”, destacó Freddy Castro, director de Banca de las Oportunidades.
Colombianos: inquietos con su futuro financiero
El estudio mostró que seis de cada diez colombianos piensan con frecuencia en sus ingresos, gastos y deudas. Esta cifra creció significativamente, en comparación a la medición de 2020, realizada con información de la Encuesta de Apropiación Digital del CNC, en ese momento solo dos de cada diez colombianos hacían lo propio.
De la Encuesta se deriva que 51% está convencido de que puede disfrutar la vida en la forma en la que maneja su dinero, mientras que 25,6% no lo está.
De hecho, solo 36,7% de los encuestados señaló que con sus finanzas actuales podrían hacer frente a un gasto o imprevisto importante que se les presente. En 2020 ese porcentaje era de 25,0%.
Por su parte, el 45,7% dice en poca medida está asegurando su futuro financiero; así mismo, 19,7,8% considera que debido a estado actual nunca tendrán las cosas que quieren en la vida.
El 39,6% de los colombianos requeridos en la encuesta señalaron que les faltaba dinero al final el mes y 38,6% se preocupa porque sus ahorros no le duren en comparación con el 38,9% quienes sienten tranquilidad frente a este tema.
“Es relevante seguir trabajando por la promoción del bienestar financiero, fin último de la inclusión financiera. El desarrollo de capacidades que permitan una mejor toma de decisiones en torno al dinero es una vía para alcanzar este objetivo”, concluyó Daniela Londoño, jefe de análisis económico de Banca de las Oportunidades.
Bienestar y satisfacción
La encuesta indica que aquellos adultos que cuentan con al menos un producto de depósito o crédito tienen un indicador de bienestar financiero superior frente a los que no. Igualmente, los consumidores que cuentan con un monedero digital versus los que lo tienen.
Por otro lado, los hombres perciben un mayor bienestar que las mujeres. Así mismo, los adultos de mayor edad - mayores de 65 años - advierten un menor nivel de satisfacción que los jóvenes entre 18 y 25 años. La región en la cual sus habitantes tienen mayor bienestar es Centro Oriente y la de menor Caribe.
Por nivel de ruralidad, el estudio reveló que en las ciudades y aglomeraciones los adultos encuestados se sienten más satisfechos con sus finanzas, seguidas por las zonas rurales y las rurales dispersas. Por su parte, las poblaciones intermedias se ubican como las de menor bienestar.