Promover la inclusión financiera de los colombianos ha sido la tarea que Banca de las Oportunidades ha llevado a cabo desde hace 9 años, recorriendo diferentes municipios a lo largo del territorio nacional para lograr la vinculación de los tradicionalmente excluidos y fortalecer el uso de los servicios financieros formales para toda la comunidad.

Esta labor ha sido el reto y esfuerzo conjunto del gobierno nacional y los aliados financieros, en lo que a cobertura concierne y en materia de investigación, desarrollo e implementación de nuevos productos y servicios cada vez más cercanos y acordes a las necesidades de la población.

Por esta razón, desde Banca de las Oportunidades hemos querido dar rostro a los beneficiarios de todas las acciones diseñadas; recorriendo nuevamente los caminos trazados hacia la inclusión. Caminos que nos ubicaron en territorios apartados de la geografía colombiana y zonas rurales y urbanas, en donde la acción del gobierno ha permitido llevar presencia de entidades formales y crear una nueva cultura financiera en individuos y familias, que hoy reconocen las bondades e importancia de informarse en dicha materia y hacer uso de este tipo entidades para acceder a productos y servicios financieros.

Una Ruta para aprender sobre los caminos trazados.

La Ruta de aprendizaje inició en la Zona rural de Zaragoza – Antioquia, en donde parte de la comunidad nos aguardaba para dar a conocer su experiencia con el producto de Semilla Cooperativa, impartido por una de las entidades que han recibido asistencia técnica para el desarrollo de nuevos productos de ahorro y crédito.

Esta primera parada puso en evidencia la importancia de brindar herramientas a la población para generar cultura de ahorro y cultura de pago, además de llevar a campo los servicios financieros, en especial a zonas apartadas con acceso limitado; permitiendo a la comunidad acceder a recursos para apalancar sus unidades productivas y generar tejido social.

Tras el contacto con los beneficiarios y retornar a la cabecera del municipio, nuestra nueva ubicación fueron las instalaciones de Microempresas de Colombia, entidad a la que Banca de las Oportunidades otorgó recursos de cofinanciación para la apertura de una oficina y con la que se logró llevar presencia de la primera cooperativa en esta zona.

De Antioquia la ruta nos trasladó a Chocó, departamento en el que hemos promovido la llegada del sistema financiero por primera vez a varios municipios, el acceso a créditos de bajo monto por parte de los microempresarios e implementado metodologías como los Grupos de Ahorro y Crédito Local en comunidades vulnerables.

Uno de los municipios visitados fue Cértegui, en donde nunca había existido presencia de ninguna entidad financiera, por lo que durante muchos años su población debía atravesar ríos o carreteras en busca de acceso para realizar sus transacciones. Hoy la comunidad de todo el municipio cuenta con un corresponsal bancario del Banco Agrario que ha sido el canal y soporte transaccional durante más de 4 años, constituyéndose en la única presencia financiera permanente para sus habitantes.

Finalmente, el cierre de la ruta se realizó en Quibdó, municipio en el que se han ejecutado diversos programas desde Banca de las Oportunidades, entre ellos Incentivo al Microcrédito, gracias al cual muchos microempresarios fueron bancarizados y han accedido a recursos por parte de entidades financieras formales para apalancar sus proyectos productivos.

Cada parada traza el camino recorrido y sienta las bases de los nuevos retos hacia la inclusión, retos que migran del acceso, al uso y la calidad de los servicios financieros, en una tarea ininterrumpida del Gobierno y del sector privado hacia la equidad y el mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población, trazando nuevos recorridos para vincular financieramente a cada vez más colombianos.