Ofelia e Hilda Perdomo son las dos hermanas propietarias de Drogas Peper, un negocio familiar que desde hace más de 28 años es reconocido en Espinal (Tolima), por la calidad de los productos que ofrece, la orientación farmacológica profesional, pero sobre todo por la calidez de la atención con la que se atiende a cada uno de los clientes, a los cuales, como en las boticas de antaño, se le conocen la historia clínica de principio a fin.

Y es que para las hermanas Perdomo, la vocación de servicio como la de la salud les viene de toda la vida, y ha sido una de las características que les ha permitido sostenerse en un negocio tan competido como el de la salud por más de dos décadas, algo que, dicen, también ha sido posible gracias al apoyo de aliados como Bancompartir, la primera entidad financiera que confió en ellas cuando lo necesitaron.

Drogas Peper, iniciales de Perdomo repetidas dos veces, ha sido no solo la base de su sustento durante años, sino que también les ha permitido afrontar retos de salud en su familia, teniendo la oportunidad de acceder a medicamentos a precios más bajos y con gran agilidad, “sin atrevernos a auto recetarnos”, dicen entre risas estas dos mujeres que más que vendedoras de productos farmacéuticos son unas consultoras de salud en el municipio, por eso atienden los 365 días del año de nueve de la mañana a diez de la noche, aunque en ocasiones, dicen, hacen excepciones para atender alguna urgencia de algún vecino que se enfermó fuera de horario.

Precisamente ese espíritu de servicio es lo que las ha hecho mantenerse en el mercado, a pesar de la llegada de grandes cadenas de supermercados y droguerías a su pueblo. Sin embargo, precisamente para prepararse para la competencia y mejorar su oferta de productos fue que hace seis años solicitaron un préstamo a Bancompartir, que por ese entonces sólo tenía oficina en Ibagué. Pero fue la forma en la que las atendieron, la agilidad del préstamo y la facilidad para adquirirlo, lo que les hizo entender que así tuvieran que desplazarse unos cuantos minutos para pagar las cuotas, valía la pena el esfuerzo.

Y ese esfuerzo se vio recompensado adicionalmente en el último año cuando el Banco, en vista de su buen comportamiento como clientas, y el flujo de caja creciente, les propuso que su droguería se convirtiera en un corresponsal de Bancompartir, de modo tal que muchos de sus clientes tuvieran la misma oportunidad de ellas, de acceder al portafolio de productos de la entidad. SI bien la propuesta les llegó por sorpresa, no lo dudaron en ningún momento, y es por eso que actualmente alternan la promoción de los productos farmacéuticos con el ahorro y el crédito, diciendo con orgullo que son embajadoras de la marca Bancompartir, Contigo.