Luego de un viaje de siete horas promedio por carretera, o un vuelo de 35 minutos desde la capital del departamento del Meta se vislumbra, incrustado en medio de la cordillera Oriental, entre montañas, verdes mesetas y aguas cristalinas del Parque Natural Tinigua, el municipio de Uribe.
Sus cerca de 16 mil habitantes, dedicados en su mayoría a la economía del campo, producen cultivan toda clase de alimentos o dedican una parte de sus tierras a la ganadería. No obstante, este territorio de colonización ha estado sumergido en una exclusión social y económica que han sido a la vez causa y consecuencia del conflicto armado, el mismo que ha tenido en su territorio parte de su génesis y desarrollo.
En estas tierras hombres y mujeres, entre la resiliencia y la esperanza, le apuestan a la transformación del territorio e impulsan su desarrollo local. Parte de este esfuerzo se ve reflejado en iniciativas comunitarias de productividad, inclusión financiera, microempresarismo y emprendimiento.
Uno de estos casos es el de un grupo conformado por Once mujeres y niñas del barrio el Jardín, quienes crearon en el año 2015 “Las Mujeres Ahorradoras del Jardín”, resultado de la transferencia de la metodología de Grupos Locales de Ahorro y Crédito GLAC, que venía implementando en este territorio el Programa Colombia Responde de USAID. A la fecha, el grupo de mujeres ahorradoras ha cumplido con dos ciclos de ahorro como lo indica la metodología transferida. Asimismo, con el apoyo de la Iniciativa de Finanzas Rurales de USAID se encuentra en fase de articulación con la cooperativa de ahorro y crédito CONGENTE, con el propósito de extender servicios de ahorro y a futuro proyectar financiamiento para las actividades productivas de las mujeres, como parte del ejercicio de empoderamiento económico que vienen liderando desde el grupo.
Rosmira Rojas, lideresa del grupo cuenta, motivada sobre la iniciativa del ahorro en las mujeres que hacen parte de este proyecto: “Conectar con CONGENTE, ha sido una buena experiencia para proteger el ahorro y que la entidad conozca nuestros comportamientos y que vean que si tenemos con qué responder cuando se requiera acceder a créditos en un futuro cercano”.
Para las mujeres del grupo, el ahorro comunitario se ha convertido en una valiosa oportunidad para resolver necesidades económicas relacionadas con la educación en épocas escolares y actividades de fin de año, principalmente.
Elaboró:
Eliana Liseet Acuña Alvear
Consultora Regional Meta Iniciativa de Finanzas Rurales de USAID
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