La felicidad de llevar inclusión financiera a zonas rurales
Juan Carlos Arboleda Jaramillo es un antioqueño “de pura cepa”

Juan Carlos Arboleda Jaramillo es un antioqueño “de pura cepa”, nacido en Medellín el 5 de enero de 1976,  esposo de María Alejandra y padre de Manuela, Isabella y Valeria , es un hombre con formación técnica en electricidad, redes y microelectrónica, con experiencia como vendedor de gas, de productos de belleza y de celulares que cambió la ruidosa capital del mundo por el verde del campo colombiano con el fin de aportar su grano de arena en el aumento de la inclusión social por medio de la inclusión financiera

En el año 2013 decidió irse a vivir a los Estados Unidos con el fin de solucionar algunos problemas financieros en esa época, estuvo tres años trabajando en la ciudad de New York  de los cuales su esposa lo acompañó 2; finalizando  el 2016, ya con los objetivos financieros cumplidos y con la familia de nuevo en Colombia, decidió volver al país; pero había una interrogante: ¿Qué hacer en aquí?

La cooperativa Microempresas de Colombia en el marco  de la intervención del programa IFR de USAID, y con el fin de hacer una penetración más profunda en la ruralidad dispersa integrando el modelo de atención tradicional con servicios innovadores,  puso en el mercado un canal comercial y transaccional móvil: la oficina móvil, el camión. Antes de poner en marcha este proyecto la cooperativa entendió que necesitaba  un asesor comercial “diferente” con la capacidad de administrar su oficina, la disponibilidad de viajar a lugares remotos y la entereza para adaptarse día a día cambios en la geografía, la temperatura y hasta las costumbres de los pueblos y veredas que debería recorrer.

La cooperativa hizo la convocatoria para contratar esta persona especial  iniciando el año 2017; a Juan Carlos le llegó la información a manera de comentario de un conocido de Medellín en mayo del mismo año,  él llenaba los requisitos exigidos por su experiencia comercial  y conocimiento de vehículos, se presentó con la ilusión de que esto fuera una excusa para volver a su hogar, en septiembre hizo entrevista vía Skype y el 15 de octubre después de que la cooperativa le diera un “si” viajó a Colombia  para iniciar contrato el 17 del mismo mes.

Para enfrentarse al que considera su  gran reto, trabajar en una entidad financiera con el reconocimiento que tiene la cooperativa, recibió formación, comercial, en sistemas de información y en finanzas con el mismo alcance de un jefe de agencia, su primer tarea fue el apoyo en  la identificación de sitios para la apertura de  corresponsales  bancarios de la entidad y por fin el 11 de diciembre se estrena como coordinador de oficina móvil de la cooperativa Microempresas de Colombia

A  abril 30 Juan Carlos y “la móvil” habían recorrido  31 de las 35 zonas en común de IFR y la cooperativa; en las cuales se atendieron 646 personas, se hicieron 108 afiliaciones y se realizaron negocios por $231.650.000.

Para Juan Carlos su trabajo es sinónimo de hogar, de crecimiento personal y profesional; trabajar en la cooperativa como responsable de la oficina móvil  ha sido como entrar a una gran familia siendo él “La novedad” de la misma y al mismo tiempo recibir la oportunidad de conocer la sinceridad y transparencia de los empresarios del campo colombiano.

 

Juan Carlos, como lo muestra su sonrisa, se reconoce un hombre feliz.

 

Por: Eliana Lopera Sepúlveda

Consultora regional para Antioquia y Córdoba

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